Descripción
Tener un espacio así en el aula es fundamental porque las emociones son la base del aprendizaje. Un niño/a que se siente seguro, escuchado y comprendido es un niño/a que está preparado para aprender. Por eso, no se trata solo de poner cojines y botellas sensoriales, sino de escoger con cuidado cada material para que realmente invite a la calma, a la observación y el autocontrol.
El acompañamiento del adulto tiene un papel muy importante en este espacio. Un educador presente, que observa sin juzgar, que acoge cada emoción con respeto, que entiende que la calma no se impone… sino que se acompaña.
Hace un tiempo, a través del recurso sobre la calma que creé junto una compañera, me di cuenta del gran interés que despertaban estos materiales y, sobretodo, el propio espacio de la calma en el aula.
Para mi este espacio es imprescindible . Un lugar pensado para acoger , acompañar y ofrecer herramientas a los peques para gestionar sus emociones y reencontrar su equilibrio.
Por eso, he creado con mucho cariño y dedicación este dossier completo en el que explico:
- Principios pedagógicos del espacio de la calma
- Diseño y creación del espacio
- Materiales recomendados
- Adaptaciones del espacio según la etapa evolutiva
- Uso cotidiano
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